ROSTROS DE LA COMUNIDAD CASÉS
Por: Nury C. León M.
Durante las últimas semanas de agosto y las primeras
de septiembre, me di a la tarea de
brindar a los niños de la comunidad “Casés” de Lagunillas en el municipio Sucre
del estado Mérida un taller de artes plásticas, con la finalidad de propiciar
la creación de las expresiones artísticas, así como llevar colores en un
período vacacional donde sólo existe el
trabajo agrícola y las actividades caseras.
Esta comunidad cuenta con 33 niños escolarizados (1ero a 6to), 20 en la guardería y 20 niños entre los que
no van a la escuela y recién nacidos.
Fomentar los valores artísticos, culturales, fueron
parte de los objetivos de este plan de actividades, una oportunidad para la
recreación y diversión, en esta mágica
temporada para la mayoría de los niños, donde recrearon su comunidad a través
de la pintura. Los materiales utilizados para este taller fueron: hojas secas,
cascaras de huevos, temperas, creyones de cera goma plástica, papel periódico y
otros. Me acompaño la egresada de la UBV-Gestión Social Yajaira Rangel.
Nos
recibieron amablemente las Sra. Anabel Varela (Consejo Comunal), Raquel, Luz
Marina y Suleima.
Devolver una sonrisa a los niños y darle color a las
vacaciones fue uno de los temas de nuestra actividad. Las madres expresaron su
agradecimiento, ya que nunca se asisten a los niños en receso vacacional, una
experiencia llena de las mejores buenas intenciones y significativas para los participantes.
Es importante señalar, que Casés forma parte de la Historia indígena de
Venezuela, desde 1558 referida en los textos fundacionales del estado Mérida. Hoy
presenta una población aproximada de 289 habitantes, 62 casas entre los cuales
cuenta: 3 Bodegas, 2 capillas y una escuela. Una comunidad donde el olvido o
por lo menos las técnicas tradicionales, tomaron otro rumbo con la modernidad. Dejando
atrás los objetos Tradicionales e Imponiéndose
nuevos Modelos socio-económicos y de extinción de formas tradicionales indígenas, generando con ello nuevas respuestas culturales, por un lado y por otra adaptación y sustitución de la vida comunitaria.
Dibujo:
Mi comunidad, realizada por los niños de CASES.
Estos cambios, se reflejan en la producción estética – grafico, donde no hay la
intención de nombrar un elemento
indígena. Sin duda Casés es un ejemplo histórico que demuestra el etnocidio de
la colonización.
A partir de la experiencia plástica, observamos como el impacto
transcultural se opone a restablecer alternativas para reconocer sus raíces originarias,
reafirmando una cultura donde los derechos han sido violentados en su totalidad.